Como hijo de Dios

A veces como hijos de Dios

 A veces como hijos de Dios, nos trae la reflexión, cansados de que nos maltraten malinterpreten, y subestimen. Parece como que todos nos desprecian, se abusan de nosotros, porque el hijo de Dios tiene misericordia, tiene para dar y da, entonces los pecadores, obrando según su naturaleza, nos confunden nos creen tontos, tratan de engañarnos, para hacernos creer que ellos también están en la misma, porque nosotros callamos, aunque nos damos cuenta de todo, y no decimos nada, disimulamos los pecados, por si hay quizá algo que rescatar, callamos para no herir.

Realmente esto es muy duro, pero si seguimos al maestro, debemos concluir en esto:

No resistir al que es malo, cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele, también la otra, y a cualquiera que te obligue, a llevar la carga, por una milla, ve con el dos.

Al que te pida dale, y al quiera tomar de ti prestado no se lo rehúses.

Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien, a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan, y persiguen.

Para que seáis hijos, de vuestro Padre que esta en los cielos.

Renuncia a ti mismo, toma tu cruz, y sígueme. Mateo 10: 34-38.

No te canses de hacer el bien. Gálatas 6:9.  Esta carga, esta cruz, se hará mucho más fácil, para nosotros, poniendo y no quitando la vista ni por un segundo, de nuestro amado Maestro. ¡Al sea la gloria eterna Amen!