EL DESAMOR

Vemos tanto desamor, tanta maldad, tanto pecado

Y persecuciones, en nuestras vidas, que podemos pensar como el profeta, solo yo he quedado, y procuran matarme, hay uno que siempre lo intenta, como león rugiente, busca para devorarnos, y para eso tiene sus secuaces, pero ante todas estas, presiones, atentados, y trampas, del enemigo, se presenta como Divino auxilio, su palabra, Salmos 23. Aunque ande en valle de sombras de muerte, TU ESTARAS COMMIGO,

TU VARA Y TU CAYADO ME INFUNDIRAN ALIENTO, ADEREZAS MESA DELANTE DE MI, EN PRESENCIA DE MIS ANGUSTIADORES, UNGES MI CABEZA CON ACEITE, MI COPA ESTA REBOSANDO, CIERTAMENTE EL BIEN Y LA MISERICORDIA, ME SEGUIRAN, TODOS LOS DIAS DE MI VIDA, Y EN LA CASA DE JEHOVA, MORARE POR LARGOS DIAS. ¡ALELUYA!

Beatriz M. de Raya.